Celebra todos tus pequeños y grandes logros
Hay cosas en la vida que nos hacen mucha ilusión y que queremos celebrar aunque no sean grandes logros. Celebrar que hemos conseguido terminar una carrera universitaria es celebrar un gran logro, pero para llegar a eso han hecho falta toda una serie de pequeñas victorias, aprobando asignatura por asignatura. Tal vez, no quieras celebrar cada aprobado pero sí esos que te han supuesto un esfuerzo especial. Esas asignaturas hueso que todos temen cuando estudian algo en concreto y que una vez aprobada sienten como si les hubieran quitado un gran peso de encima.
Una copa de vino albariño albarei con los amigos es una forma de celebrar esas pequeñas victorias. Tal vez compartida con todos los que, como tú, lograron superar esas pequeñas metas. No serás consciente en ese momento, pero cada vez que tomes una copa de ese vino a lo largo de los años, recordarás esa pequeña sensación de triunfo.
En el trabajo, podemos tener grandes logros, como conseguir un buen aumento o una promoción. Cosas que sin duda vamos a celebrar. Pero lograr acabar un proyecto dentro de plazo y que este salga perfecto. O recibir un bonito cumplido por parte de los compañeros o de un superior, son pequeños logros que también apetece celebrar. Es una forma de recompensarse por todo lo que se ha tenido que hacer para llegar a donde se está, por todas las horas trabajadas hasta conseguir acabar ese proyecto o conseguir la felicitación. Una copa de vino y una agradable cena con tu pareja es una manera maravillosa de compartir la buena noticia y de ganar un poco de autoestima.
A veces, nos apetece celebrar cosas a solas. Como por ejemplo, haber conseguido una cita con esa persona que llevaba mucho tiempo ocupando nuestro pensamiento y que nos parecía inalcanzable. Una cita puede parecer un logro muy pequeño en comparación con otros, pero es el principio, el primer paso sin el cual no podrán llegar otras celebraciones mayores si todo sale bien. Por eso, una vez que se ha conseguido dar ese paso, puedes sentarte y relajarte tomando una copa y diciéndote que todo va a salir bien en esa cita, porque tú eres capaz de conseguirlo igual que has logrado otras pequeñas y grandes metas en la vida.
Celebrar es toda una dosis de autoestima que no debemos de negarnos nunca. ¡Celebra!