Protege tu piscina durante el invierno
La cubierta de piscina garantiza que esta estará en buen estado cuando se vuelva a descubrir para utilizar, especialmente cuando se cierra tras la temporada de verano y se sabe que quedan varios meses por delante antes de poder usarla nuevamente.
Una cubierta ayuda a que no puedan caer en la piscina todo tipo de cosas arrastradas por el viento, como hojas, ramas o incluso papeles y otros desperdicios. Si no se cubre la piscina incluso podrían acudir animales para beber o bañarse y contaminar el agua, o incluso ahogarse en ella obligándonos a vaciarla y a desinfectar para poder usarla nuevamente.
Pero ¿qué tipo de cubierta debo de utilizar? Evidentemente, cuanto más inviertas en la cubierta más comodidad y más calidad vas a obtener. En principio, podríamos decir que hay tres tipos de maneras de tapar una piscina:
-Cubiertas de lona o de plástico. Son las cubiertas más básicas. Una pieza de lona o de plástico que se coloca sobre la piscina y que se va asegurando con correas mediante diferentes sistemas. Hay que esforzarse para que quede bien colocada y además debe de estar suficientemente tensa para que cualquier cosa que caiga encima no la hunda.
La ventaja de estas cubiertas es que son muy baratas y no necesitan ningún mantenimiento más allá de pasarles una manguera de vez en cuando para que se mantengan limpias.
-Cubiertas semirígidas. Realizadas en plástico o materiales similares. Algunas son como una gran esterilla con tablas interiores intercaladas con zonas flexibles. Se estira sobre la piscina, si esta es a ras de suelo, y se recoge plegando cada tabla sobre la siguiente doblando por las zonas flexibles.
En otros casos se trata de una especie de tapa que puede estar formada por una sola pieza o por varias que se unen y que se pueden colocar sobre piscinas elevadas.
Tanto unas como otras deben de asegurarse con distintos sistemas de sujeción.
-Cubiertas rígidas. O bien son manuales, en cuyo caso suelen tener varias piezas que se unen o bien son automáticas, por lo que cuentan con un motor y la piscina se cubre o se deja al descubierto fácilmente. Están especialmente pensadas para las piscinas enterradas, aunque hay modelos para piscinas elevadas.
Son más caras pero son las más eficaces y seguras ya que en muchos casos permiten incluso caminar sobre la piscina sin problemas de ningún tipo.