Alquilar naves industriales Vs comprarlas
Cuando una empresa busca un asentamiento para sus talleres o para almacenar su material, generalmente piensa en las naves industriales como la mejor opción. Estas naves permiten contar con una gran cantidad de espacio y además están situadas en zonas industriales, por lo que el ruido de las máquinas o del transporte no es un problema para los vecinos.
Hay disponibles un gran número de naves en alquiler en santiago de compostela, así como también naves para la venta. ¿Compensa alquilar o es mejor comprar? Todo depende de las circunstancias, pero viendo como grandes firmas continúan usando el sistema de alquiler de manera habitual es fácil deducir que tiene sus ventajas.
Entre las ventajas de una nave en alquiler podemos señalar, para empezar, las deducciones por alquiler que corresponden legalmente. Esto es para toda la vida del alquiler, al contrario que cuando se compra una nave que tiene unos años de amortización. También tiene la ventaja de que el mantenimiento de la nave es problema del propietario y no del arrendado, por lo cual, de ser necesarias reparaciones gravosas en la estructura del inmueble no achacables a un mal uso de mismo, la empresa no tendría responsabilidad alguna.
También es importante señalar el hecho de que una nave en alquiler permite un cambio más sencillo y más rápido en caso de que la empresa crezca. Solo hay que buscar una nave más grande y organizar la mudanza. Si bien este tipo de traslados no son sencillos, son menos costosos que financiar una ampliación o tener que vender una nave para comprar otra nueva.
Por supuesto, también hay inconvenientes relacionados con el alquiler. El principal es que las inversiones que se hagan para acondicionar la nave quedarán en la nave si esta se abandona, no recuperándose. Estas inversiones pueden ser grandes si hay que insonorizar el local o aclimatarlo, algo que sucede cuando hay zona de oficinas, por ejemplo. Lo mismo ocurre con todo lo que se haga en el interior de la nave, ya sea poner un suelo o realizar cambios.
Y siempre hay que tener en cuenta que cualquier obra o cambio debe de ser autorizada por el propietario, a no ser que se trate de cosas que pueden retirarse dejando la nave tal y como estaba cuando se llegó a ella, algo que no suele ser lo más habitual. Por tanto, la libertad es mayor cuando la nave es propiedad de la empresa.