Consejos para revestir fachadas con piedra natural
La piedra natural y artificial están de moda para revestir fachadas y paredes de interior. Su resistencia a la corrosión y cualidades aislantes del ruido y del calor o frío son beneficiosas a múltiples niveles. Los expertos en revestimientos con lajas decorativas recomiendan higienizar la superficie del material, para que la suciedad y otras impurezas no debiliten la eficacia del adhesivo.
Para ello, debe eliminarse de la pared cualquier escombro o resto, para después limpiar su superficie con un cepillo o similar. Este mismo procedimiento se seguirá en las plaquetas o lajas de piedra, pues las partículas de polvo y arena pueden echar a perder su correcta instalación.
El adhesivo, diseñado específicamente para este cometido, se aplicará conforme a las instrucciones del fabricante, para garantizar una unión eficaz entre las lajas y la pared. Proceder aquí con cuidado y esmero tiene recompensa a medio y largo plazo.
Las juntas o intersticios entre las lajas, por su parte, han de ser rellenados con una masa de mortero. Esta medida evitará que la suciedad se acumule en estos espacios y prolongará la vida útil de las plaquetas, así como de las fachadas o paredes que esté revistiendo.
Por idénticas razones, se aconseja aplicar una capa selladora después de completar estos procesos. La humedad, la radiación solar y otros fenómenos usuales en la intemperie ocasionarán un desgaste estético en la superficie de la piedra. Para disminuirlo, existen selladores y barnices especiales para piedra.
Otra solución son los hidrofugantes disponibles en el mercado. Estos productos se forman a partir de siloxanos, silanos y silicatos y permiten salvaguardar la superficie de la piedra de hongos, manchas y otras amenazas. En general, se comercializa en formato aerosol, por lo que su aplicación es simple, rápida y segura. Y es que no hay excusa para conservar la estética y la funcionalidad de tus revestimientos de piedra natural o artificial.