El pueblo ecológico
Recuerdo que la primera vez que empecé a hablar de alimentos ecológicos fue en curso que di hace muchos años en un pequeño pueblo turístico. La mayoría de las personas que iban a aquel curso tenían más dinero del que yo podía imaginar y tenían costumbres un poco snobs. Pero en general eran gente entrañable, viviendo en sus torres de marfil y apartados de la realidad. O so creía yo al principio.
Una de las mujeres que asistían al curso era una traductora de mucho prestigio, ya retirada, que pasaba su jubilación en aquel pueblo. Fue ella la que me comenzó a hablar de la alimentación ecológica. Por aquellos tiempos ni siquiera existía una etiquetación oficial de productos ecológicos, y su nombre podía aparecer en cualquier alimento independientemente de su proceso de producción. Era un reclamo publicitario. Hoy en día lo sigue siendo, claro, pero los productos deben pasar rigurosos controles para obtener la etiqueta oficial europea que garantiza unos ingredientes y un proceso de producción ecológico.
La traductora había dejado su profesión, pero en aquel momento estaba inmersa con otros socios en la promoción de una empresa que se dedicaba a la distribución de productos ecológicos que cumpliesen con el protocolo que iba a imponer la Unión Europea. Distribuían de todo, desde pan ecológico a Leche semidesnatada Ecológica. Tenían mucho contacto con Alemania, uno de los países más avanzados en este sector.
En un principio, yo no presté mucha atención a sus ‘aventuras empresariales’ como ella misma decía. Pero es cierto que hay personas que tienen un ojo único cuando se trata de hacer negocio. Pronto aquella empresa se convirtió en toda una referencia en el mundo de la alimentación ecológica hasta el punto de que buena parte de aquel pueblo se benefició del éxito de la empresa, dando trabajo a mucha gente.
Todavía sigo manteniendo contacto con aquella mujer, hoy muy mayor, y ya apartada de la gestión directa de aquella empresa. Pero lo que empezó como un hobby se acabó convirtiendo en negocio muy rentable. Hoy siguen vendiendo Leche semidesnatada Ecológica y otros productos similares convirtiéndose en un ejemplo para los empresarios ecológicos que llegaron después.