Nata para cocinar Vs Nata para montar
Existen en el mercado diferentes tipos de nata. Pero ¿no son todos nata? ¿No podrían valer para lo mismo? ¿Es una nata mejor que otra? La respuesta la encontramos analizando la nata para cocinar y la nata para montar, los dos tipos más comunes que encontramos a la venta en nuestros supermercados.
La diferencia principal entre la nata para cocinar y la nata para montar está en el porcentaje de materia grasa que tiene cada una de ellas. La nata para cocinar es ligera y suele contener entre un 15% y un 18% de materia grasa. La de montar, por el contrario, tiene entre un 30% y un 38% de materia grasa.
Si vas a hacer una salsa, la nata indicada es la de cocinar, más ligera y con un sabor muy suave. No obstante, si no es un problema para ti la grasa y además te gustan los sabores un poquito más intensos, podrías hacer la salsa con la nata de montar sin problema.
Pero ¿se puede montar la nata para cocinar y hacer la sustitución a la inversa? Pues no. Si has pensado que comprando la nata más baja en materia grasa puedes tomar un postre con nata montada y menos calorías, te equivocas. La nata de cocina no monta, precisamente porque no tiene suficiente grasa para conseguir ese punto.
Hay que tener en cuenta que la nata para montar es tan delicada que si no está muy fría, tampoco consigue ese punto de montar que tanto nos gusta y que es básico para muchas recetas. Cuando vayas a montar la nata, sácala en ese momento de la nevera y verás que bien queda y qué textura consigues.
¿Cómo lo hace entonces la nata para montar baja en calorías? Si has visto este tipo de producto en el supermercado lo primero que comprobarás es que no es auténtica nata, es un sucedáneo que se fabrica con diferentes productos y que tiene un gusto logrado, pero que no es auténtica nata de leche.
Es fácil ver que no hay una nata mejor ni peor, sino que cada producto cubre unas necesidades determinadas y que hay que usarlas adecuadamente para conseguir el mejor sabor en cada plato y las texturas más agradables. Por eso, en la cocina no pueden faltar ninguno de los dos productos para poder realizar una gran variedad de platos.