¿Por qué no debes de renunciar a la leche?
En algunos momentos aparecen modas sobre alimentación que realmente no tienen sentido y que, por lo general, suelen tener detrás algún tipo de interés oculto. Ahora, sin ir más lejos, se ha puesto de moda decir que la leche no es un alimento adecuado para adultos y que no se debería de consumir. Los argumentos son de lo más variopinto y todos ellos sin ninguna base científica:
-Somos el único animal que tomamos leche de adultos. Sí, y también el único que cocinamos alimentos… ¿deberíamos por ello comer todo crudo? El único motivo por el que tomamos leche de adultos y el resto de animales no lo hacen es por el mismo motivo por el que cocinamos: porque podemos hacerlo.
-La leche tiene mucha grasa. Uno de los peores argumentos que pueden dar es este, ya que la leche no tienen mucha grasa, sobre todo si se toman variedades desnatadas o incluso hay leche 0% materia grasa como la que comercializa la central lechera asturiana. Pero es que además, si no se tienen problemas de sobrepeso, la grasa de la leche es beneficiosa para el organismo.
-Hay alimentos que contienen más calcio que la leche. Claro que sí, y también hay alimentos con mucha más vitamina C que las naranjas. ¿Debemos por ello dejar de comer naranjas? Una dieta equilibrada debe de contener de todo y la leche aporta calcio y otras vitaminas.
La leche tiene además otras ventajas, es una buena fuente de proteínas animales y resulta muy saciante. Además, es la base de productos tan sanos como el yogur o el kéfir, los cuales han demostrado ser muy beneficiosos para el intestino y para su flora.
Y todos los estudios actuales apuntan a que intestino y cerebro están íntimamente relacionados y que una buena salud intestinal es clave para un buen funcionamiento cerebral y para prevenir enfermedades degenerativas neuronales como Parkinson y Alzheimer.
La clave está en comprar leche de calidad, de una marca que se sepa que respeta lo que hace ofreciendo un producto natural y con todas sus propiedades y que también respete a los animales de las granjas que producen la leche, permitiéndoles que pasten libremente y que tengan las atenciones veterinarias que precisan.
Se trata de comer productos de origen animal de manera responsable, dentro de una dieta equilibrada y garantizando así el aporte de nutrientes que el cuerpo necesita.