NO PODEMOS DEJAR QUE NOS DOMINEN
Con los tiempos que corren que nos pasamos el día enganchados a nuestros teléfonos móviles y a nuestros ordenadores, si se nos estropean es como si nos hubiesen cortado una mano, nos sentimos como unos inválidos, para ello tenemos los Servicios de mantenimiento informática Madrid que nos ayudan a que nuestros dispositivos nos funcionen de un modo completamente normal y de la manera más eficiente que sea posible.
Cuando vas por la calle te das cuenta de que la gente va por la calle como zombis, mirando sus teléfonos móviles sin levantar la mirada para nada en absoluto, para esa gente han tenido que inventar unos nuevos pasos de cebra con unos sonidos y unas luces expresamente hechos para esa gente que ni se molesta en levantar la mirada.
Pero lo que me parece de muy mala educación es la gente con la que quedas para tomar algo y para que te haga un poco de caso casi le tienes que mandar un mensaje por el teléfono móvil, la gente se está volviendo una mal educada, y lo más triste de todo es que ni tan siquiera se dan cuenta de que sus teléfonos móviles les están convirtiendo en unas personas completamente diferentes a las que conocíamos en un principio.
Personalmente no creo que estar todo el día pendiente del teléfono móvil sea muy sano, ya que al final te conviertes en un dependiente de tu propio teléfono móvil, habría que erradicar su uso en muchos sitios para así fomentar las conversaciones que tanto añoramos alguno pero que parece que para otros no son tan importantes, ya se pueden decir lo que quieran por el móvil.
Si dejamos que los móviles y los ordenadores se adueñen de nuestra vida, mal vamos, hay que tener un poco más de personalidad y acordarnos de cuando los móviles no existían y los felices que éramos, la comunicación entre personas era más fluída y se aprendían palabras y cosas nuevas, ahora nadie aprende nada con estas tecnologías, si alguien no sabe algo no se molestan es pensarlo, lo buscan en google y ya está, cosa que es un atraso al contrario de lo que piensan otros.